lunes, 22 de febrero de 2016


CAPÍTULO 1- ''LOS VALES A UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE''

Solo consigo recordar la extraña forma en la que la realidad se había visto alterada. Todo parecía lejos de lo común, el mundo era turbio, espeso, borroso, las luces brillaban con más intensidad de lo normal y miles de voces se apoderaban de mis tímpanos sonando una y otra vez pronunciando mi nombre: Rim...Rim...Rim... Yo apenas podía articular palabra, lo intentaba y solo salían murmullos de lo más hondo de mi interior que se encontraba gritando por dentro con gran intensidad. Y entonces le vi, vi su rostro, vi su sonrisa, vi el verde de sus pupilas, vi mi salvación que me tocaba la cara y me regalaba una de esas sonrisas que me hacen olvidar el resto del mundo e inundarme de su dulzura. Pasaron unos segundos y todo se desvaneció, perdí la visión de sus ojos, perdí el tacto de su mano,el olor de su ropa y me deje caer.


-Oh ¿que?, pero ¿que es esto?- Me desperté con la lengua de mi gata pasándose por mi cara como si de una lima de uñas se tratase, al abrir los ojos me giré y ahí estaban esos enormes ojos azules posados ante los míos esperando mi atención.
-¿Tienes hambre verdad Shushi?- Le dije pasándola la mano por su esponjosa cara blanca como la mismísima nieve, y acariciando su peculiar tronco, que es blanco como todo su pelaje a excepción de una pequeña parte en el centro a la que rodea un pelaje de color negro, de ahí su nombre ''Shushi'', porque realmente parece un rollito de arroz blanco envuelto con algas.


Cogí a Shushi entre mis brazos, la bajé a la cocina a través de la pequeña escalera de caracol de mi casa , le serví una ración de esa comida marrón, espesa y con un olor muy fuerte que misteriosamente a ella la vuelve loca y ronroneando con el rabo erguido se lo comió casi de un bocado.
De repente unos toques en la puerta me sorprendieron.
-Rim, abre, no hagas que no me has escuchado baby- Dijo mi mejor amiga Karem desde el otro lado de la puerta.
Corriendo la abrí y en ese instante en un salto Karem me abrazo con tal intensidad que sentía que el oxigeno no lograba alcanzar mis pulmones.
-Te he extrañado pulgita- Dijo Karem con una amplia sonrisa mientras se retiraba hacia atrás y me sujetaba por los brazos.
 -¿Pulgita?, tú y los motes, los motes y tú. Yo también te he extrañado mucho - La dije con una sonrisa al menos tan amplia como la de ella.
-Pasa, tienes mucho que contarme- La dije mientras cerraba la puerta. Lo cierto es que no se ni porque me molestaba en decirlo cada vez que venía a casa. pues Karem se toma muchas confianzas y ya estaba casi en la mismísima cocina esperándome.


Cogí una silla del salón y la coloqué al lado de otra que se hallaba en la cocina junto a la pequeña mesita blanca y reluciente de la cocina, justo debajo de la ventana, reflejando en su pulida superficie los cálidos y anaranjados rayos del sol por toda la sala. Karem se sentó en ella con las piernas cruzadas pues llevaba una falda, y retiro sus gafas de sol colocándolas en su cabeza.
Mientras yo preparaba cuidadosamente dos tazas de té Karem mascullaba cientos de frases a una velocidad indescriptible contándome con pelos y señales su viaje a Malta.
-Y entonces vi a ese chico, era guapísimo, además justo en ese concurso gané unos vales para ir de viaje a vivir una experiencia inolvidable o algo similar, el caso es que el chico...- Mis ojos se abrieron como dos enormes platos en los que caben varias razones y paré en seco lo que estaba haciendo.
-¿Qué has dicho?- Dije sorprendida interrumpiendo su metralleta de frases. Karem paró repentinamente -¿Eh?, Ah que conocí a un chico muy guapo- Dijo entusiasmada.
 -No eso no, lo otro- Continué. -¿El que lo del viaje?- Dijo ella extrañada mientras se levantaba de la silla y se sentaba en la encimera a mi lado para mirarme a los ojos. -Si, eso, ¿cómo que conseguiste un viaje para vivir una experiencia inolvidable?- Dije dubitativa esperando saber más sobre esa oportunidad única para hacer de ese mediocre verano un verano increíble.
 -Ah, pues no se concursé y me regalaron una especie de vales para ir a Estados Unidos, a un hotel donde se supone que suelen alojarse famosos, con todo incluido y algunas actividades. Pero bah, ya sabes como son estas cosas, no me creo absolutamente nada querida- Dijo Karem con el morro torcido mientras posaba una mano en mi hombro.
Hice un gesto ladeando la cabeza de un lado a otroconara de insatisfacción y conteste -Imaginate por un momento que es cierto y nos estamos perdiendo tal ocasión- Karem puso los ojos en blanco - Oh por favor Rim, deja de ser tan ingenua- Me desplacé hacia ella y me puse justo en frente -Dejame ver esos vales- Karem urgó un poco en el bolsillo de su falda y los sacó -Los traía para enseñarte que esto no se lo creería nadie- Me dijo mientras me los daba con una expresión dubitativa. Leí los vales en los que ponía:
''Vale por un mes en el hotel Crepy Dreams con todos los gastos pagados.
Ve a la oficina Big Dream Resort más cercana de tu ciudad para validar la oferta''.
En ese instante cogí a Karem por los hombros y exclamé decidida - Mañana mismo vamos a esa oficina, esté donde esté y comprobamos que narices es esto- Karem me miro sorprendida y después puso una cara que definiría como una mezcla de orgullo y decisión y me respondio - Eso está hecho amiga-. Ambas sonreímos y nos dirigimos a la mesa para tomarnos esos míticos tés helados, sobre la mesita de mi cocina con las piernas sobre la silla, o la mesa, o donde quiera que sea y teniendo eternas conversaciones hasta que el sol caiga.






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